MÓNICA SUNSUNDEGUI
HONDARRIBIA, EL DUQUE
DE WELLINGTON
Y EL VADO DE ARENA
La ayuda de los arrantzales…
Y la expulsión de los franceses

Mónica Sunsundegui
Una zona lúdica y tranquila,
la ribera del Bidasoa es
uno de los entornos urbanos
más bellos de Hondarribia
Mónica nos dice que Hondarribia es una ciudad tranquila para vivir, pero que se transforma cada fin de semana con un importante trasiego de gentes. Para ella, el paseo desde “el puntal” que tiene junto al hotel y el puerto, es de los entornos urbanos más bellos. El Puntal, río, playa puerto…
Hoy en día es una zona lúdica, que antiguamente fue una vado de arena por el que se alcanzaba Hendaia en la vecina Francia

Almejas y verduras de Hondarribia
Precisamente el nombre de nuestra ciudad tiene que ver mucho con el río y con este vado.
Esta compuesto por dos palabras del euskera. Hondar e Ibia… lo que vendría a significar vado de arena. Si nos visitáis en los meses de octubre y noviembre, en época de mareas vivas, veréis ese vado.
Y hablando de ese vado, nos cuenta una historia de guerras, soldados ingleses, portugueses y alemanes, el duque de Wellington…
Estamos hablando del final de la guerra de Independencia…. de 1813
El duque de Welington al mando de todas las tropas acantonadas de aquí hasta Roncesvalles, presionado por sus aliados para atacar a los franceses, pero inseguro por reconocer mayor fortaleza en el enemigo.
Llegó a su conocimiento la existencia de este vado en el río y con la ayuda de los arrantzales de Hondarribia (un poco a regañadientes porque los ingleses no eran santo de su devoción) identificaron tres paso por los que atacar.
Imaginad al estratega duque de Wellington haciendo prever ataques por otros puntos del Pirineo, para desencadenar la batalla con 15.000 soldados, sin armamento pesado ni caballería, cruzando el río Bidasoa a pie con sus armas sobre la cabeza.
Una mezcla de astucia, suerte, inteligencia… con la que culminó la expulsión de los franceses de España…
Hasta propusieron al inglés ocupar la corona de España bajo el nombre de Arturo I….
Pero, no sucedió
Así es nuestro río, que se junta aquí con el Cantábrico…
Todo en Hondarribia tiene que ver también con el Cantábrico.
A Agustín Tife, la mar le devuelve parte de lo mucho que le arrebató, a su padre que era arrantzale…
Él rescata las maderas que va devolviendo el mar y sus manos las convierten en sentimientos en sus escultura.
Sólo es su afición, el estudió para abogado, pero nunca ejerció; jamás se enroló en un barco ni siquiera de pesca, aunque maneja una pequeña chipironera. Pero ha dedicado su vida a trabajar por las gentes del mar en el Instituto Social de la Marina.
Historias preciosas de nuestra gente.
Mónica Sunsundegui
Hotel Río Bidasoa & Restaurante Sugarri
Hondarribia