EL CASCO
HISTÓRICO
La visita al Casco Histórico de Hondarribia es obligada. Sorprende el trazado en cuadrícula de sus calles, característico de las ciudades fundadas en el Medievo, y sus angostas calles adoquinadas. Lo ideal es realizar un pequeño recorrido comenzando por la Puerta de Santa María, una de las dos entradas principales de la ciudad, la otra es la de San Nicolás, y acceder a la calle Mayor, la arteria principal y totalmente adoquinada.


Puerta de Santa María. Casco Histórico. Hondarribia

Ayuntamiento de Hondarribia

Casa Iriarte

Palacio Casadevante

Nuestra Señora Asunción y del Manzano

Castillo Carlos V y Plaza de Armas
PUERTA DE SANTA MARÍA
Es una de las dos entradas principales que tenía la Ciudad. Esta se componía de diversos elementos, como puente levadizo, cuerpos de guardia y hasta capilla. Sólo queda este sencillo arco que en su parte interna aún conserva los goznes de la puerta. Sobre el arco, destaca el escudo de la Ciudad, del año 1694. A la izquierda, el Cubo de Santa María del siglo XVI.
CALLE MAYOR
Sobresalen los aleros de sus casas, unos dobles y otros sencillos, con los canecillos tallados, balcones de hierro forjado y escudos. Obsérvense las casas nº 26, 24 y 22. Casa Consistorial, nº 20, de estillo barroco (1735); la Casa de Casadevante, nº 5, donde se negociaron los términos de la tregua del Sitio de 1638; la Casa Zuloaga, nº 8, solar del conde de Torre-Alta, donde se ubican el Archivo Histórico y la Biblioteca Municipal; Casa Iriarte (entrada por la calle Tiendas nº 2) llamativa por el entramado de sus fachadas, los modillones en madera y sus vigas. La Casa Ladrón de Guevara, nº 2, cuya fachada es de ladrillo azul vitrificado, única en su estilo.
IGLESIA PARROQUIAL
Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano, construida sobre los fragmentos de antiguas murallas y en sustitución de un iglesia románica anterior. De estilo gótico con añadidos renancentistas. Obra de los siglos XV y XVI. El campanario, barroco, del siglo XVIII es obra de Francisco de Ibero. En lado norte se halla la parte más antigua del templo, de fino estilo gótico, con hermosa portada de arco conopial. A la izquierda se encuentra el primitivo escudo de la Ciudad. Siguiendo el paseo, se llega a la Brecha (Avenida de Javier Ugarte) desde donde se contempla una bellísima vista de la Bahía de Txingudi. A la espalda las habitaciones del Parador que corresponden a las antiguas habitaciones del palacio-castillo. Al lado y hasta la carretera inferior, los restos del Baluarte de Santiago (siglo XVI).
PLAZA DE ARMAS
Servía a la guarnición para el ejercicio de las armas y la Ciudad para proclamaciones, recepciones, corridas de toros y otros festejos populares.
CASTILLO DE CARLOS V
Su primitiva construcción se atribuye a Sancho Abarca de Navarra, su ampliación y fortificación en 1190 a otro rey navarro, Sancho el Sabio. La sobria fachada corresponde a la época de Carlos V. Era a la vez castillo y palacio. Contaba con seis plantas para aposento de las tropas, almacenes, depósito de munición y pólvora, calabozos y caballerizas. En 1968 se habilitó como Parador de Turismo.
CALLE SAN NICOLÁS
Calle con casas estrechas y profundas. Planta baja de piedra de sillería con una puerta y ventana adinteladas. Aleros simples o dobles. Obsérvese, casa nº 5 del año 1757, la nº 13 del año 1665 y la Casa Mugarretenea (nº 2).
CALLE JUAN DE LABORDA
En ella se encuentra la casa solariega de los Eguiluz donde, según la tradición, se alojaron Doña Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos y Don Felipe el Hermoso cuando se dirigían de Bruselas a Toleda para ser proclamados príncipes herederos y se detuvieron tres días en Hondarribia (año 1502).
PLAZA DE GIPUZKOA
Es de reciente construcción y de bella estampa. En ella se ubican algunas galerías de arte. Aquí se celebran diversos actos culturales al aire libre.
POLVORÍN
Es uno de los almacenes de pólvora que tenía la Ciudad. Levantado en el siglo XVII. La estructura encierra una bóveda de cantería.
BALUARTE DE LEYVA
Fue construido en el siglo XVI y es uno de los que mejor conserva su traza original juntamente con su galería contraminas.
PUERTA DE SAN NICOLÁS
La puerta exterior es del siglo XVI, tenía un puente, en parte levadizo y en parte firme para poder salvar la altura existente entre la puerta y el foso. La pasarela ha sido rehabilitada recientemente constituyendo hoy uno de los accesos más prácticos para entrar al burgo antiguo. Al fondo, el revellín de San Nicolás, obra exterior que defendía la puerta, rehabilitado recientemente. La puerta interior, restos de una antigua puerta, gótica, perteneciente a la muralla medieval de la Ciudad. En ella termina la calle San Nicolás, que desciende desde la Plaza de Armas.
BALUARTE DE LA REINA
Su situación estratégica hizo que sufriera intensos ataques en los diversos sitios que padeció la Ciudad. Construido en el siglo XVI fue rehabilitado, en parte, bajo la dirección de M. Manzano Monís, arquitecto. En el paseo denominado Murrua, podemos observar el grosor de las murallas.
MURALLA MEDIEVAL
Se trata de un resto visible de la muralla que en la Edad Media rodeaba la Ciudad, constuida en mampostería de caliza. La muralla medieval está presente en todo el perímetro, pero escondida en las actuales edificaciones.
FRANTZES PUTZUA
Se trata de un pozo, denominado «del francés», cuya construcción se remonta al siglo XVI. La Ciudad amurallada, y con frecuencia sitiada, tenía gran número de pozos, públicos y privados. Su profundidad es de 15 metros y siempre contiene agua, aún en las épocas de mayor estiaje.
CALLE UBILLA
En esta calle destaca el edificio que corresponde a la familia de Antonio de Ubilla, primer Marqués de Rivas, natural de Hondarribia. Obsérvese también la casa nº 4 con escudo correspondiente a la familia Arsu.

Plaza de Gipuzkoa

Puerta de San Nicolás

Baluarte de la Reina

Casa Torre de los Ubilla

Palacio Eguiluz

Casa Alcega

Calle San Nicolás

Frantzes Putzua
CALLE DEL SOL
Conserva su traza primitiva, con los solares estrechos y profundos, separados por muros contrafuegos.
CALLE PAMPINOT
Calle con interesantes casas, plantas bajas de piedra sillas con los huecos adintelados. Los pisos superiores avanzan sobre los muros. Destaca la Casa Rameri, nº 16, sede de la Asociación de Amigos de la Historia de Hondarribia y futuro museo de la Ciudad.
CALLE DE LAS TIENDAS
Una de las más típicas de la Ciudad. Su nombre nos evoca épocas gremiales. Existen, además, otras dos calles denominadas Carnicería y Platería.
CALLE DEL OBISPO
Es una de las calles más antiguas. Al fondo, la Casa Palencia, llamada también Echevestenea, de origen medieval. En ella nació Don Cristóbal Rojas y Sandoval en 1502. Siguió la carrera eclesiástica llegando a ser arzobispo de Sevilla. Fue capellán de Carlos V y protectos de Santa Teresa. Está sepultado en la Colegiata de Lerma (Burgos). La Ciudad de Hondarribia le erigió una estatua frente a su casa natal en la plaza que lleva su nombre.
BALUARTE DE SAN FELIPE
Fue el último en construirse (siglo XVII). En su interior se edificó en el siglo XIX un Casino de Juego, que actualmente es Hogar de los Mayores, conocido como Kasino Zaharra.
LAS MURALLAS
La muralla del Casco Histórico es una de las pruebas más evidentes del origen medieval de la villa. Su trazado diversas ampliaciones como consecuencia del desarrollo propio del entramado urbano.
Fue a finales del siglo XV y principios del siglo XVI cuando se acometieron las grandes obras de la fortificación. Prueba de ello son los cubos, baluartes, fosos y puentes levadizos que se levantaron protegiendo a la población que habitaba el promontorio. El acceso al espacio intramuros se realizaba a través de dos puertas, la de Santa María y la de San Nicolás, precedidas de sendos puentes levadizos. Ambas han perdurado hasta nuestros días.
A partir del siglo XVII el recinto fortificado se amplió con la construcción de los revellines, el de San Nicolás y el de Guevara, y la contraescarpa.
Las gruesas y altas murallas, realizadas en mampostería con piedra caliza del monte Jaizkibel, rodearon la ciudad hasta finales del siglo XVIII.
El Cubo de Santa María, el Baluarte de la Reina, la Fortificación de San Nicolás y el Bastión de Santiago son estructuras que se han conservado hasta hoy, no así el Baluarte de la Magdalena, cuyos restos deben localizarse bajo el entramado urbano actual.
Puede realizarse un cómodo paseo a pie circundando todo el recinto amurallado, pudiendo apreciarse la sobriedad y dimensión de la fortificación. Partiendo por la Puerta de Santa María en dirección a los jardines del árbol de Gernika, se encontrará con los lienzos mejor conservados.

Muralla

Muralla

Muralla