HOTEL FONTARABIE, DESDE HACE QUINIENTOS AÑOS

Artículo de Iñigo Aristizabal en El Diario Vasco
En la localidad francesa de Fontenay-le-Comte, existe una calle Fontarabie y un hotel con el mismo nombre, desde hace quinientos años. Te explicamos la historia
Un poco más al norte de La Rochelle, a menos de 500 kilómetros de Hondarribia se encuentra Fontenay-le-Comte, una población que pertenece al departamento de La Vendée y que tiene cerca de 13.000 habitantes. Allí existe una calle con el nombre Fontarabie y eso es algo relativamente normal, pues hay muchas localidades que tienen una calle o plaza dedicada a nuestra ciudad. Desde Irun, Hendaia, Donostia o Gasteiz, hasta Zaragoza, Madrid, Santiago de Compostela o incluso Londres.

Lo que no es tan habitual es encontrar un hotel Fontarabie como el que hay en Fontenay-le-Comte. Además, el nombre no es arbitrario, sino que tiene una historia detrás.
Benjamin Aleixandre, que con su familia regenta el hotel, explica que «se construyó en el Renacimiento, en 1520, por lo que el año pasado cumplió cinco siglos de vida».
La población debe su nombre a una fuente, que era vital. Durante la Edad Media, la ciudad fue fortalecida por los condes de Poitiers, que levantaron un gran castillo, propiedad de los Mauléon y los Lusignan. En 1242, bajo la autoridad de Alfonso de Poitiers, Fontenay-le-Comte se convirtió en la capital del Bajo Poitou y experimentó un gran desarrollo económico gracias a la industria del cuero y el paño. Fue tomada por los ingleses en 1361 y reconquistada once años más tarde por los franceses bajo el mando de Du Guesclin. Sin embargo, esta ciudad resultó muy afectada durante la guerra de los Cien Años. Más tarde se benefició de la protección real y el rey Luis XI dio privilegios a sus habitantes. Después, el rey Francisco I le dio a la ciudad su lema ‘Fontaine et source jaillissante des beaux esprits’, fuente de la que surgen las buenas almas. Fue una época de esplendor y de construcción de algunos de los edificios más bonitos de la ciudad. Sin embargo, al tratarse de una ciudad protestante, sufrió las consecuencias de las guerras de religión y sus numerosos asedios.
Vascos a las ferias
Recuerda Aleixandre que «Fontenay-le-Comte era una ciudad tranquila del oeste de Francia, famosa y reconocida por el pensamiento humanista del siglo XVI con personajes como Francesco (François Rabelais) o Andrés (André Tiraqueau). Siempre que se organizaba una gran feria en la ciudad, acudían a ella comerciantes vascos para vender sus productos, principalmente ponis (pottokak) y lana». Resulta que «estos vendedores realizaban sus viajes en barco, zarpaban desde Fuenterrabía (Hondarribia) e intercambiaban sus productos por mulas de la zona de Vendée»
En aquella época, «nuestro hotel era una casa de postas en la entrada ciudad, junto al río; y en él se hospedaban los citados comerciantes vascos, entre otros. La casa era famosa por su vino local denominado ‘El Grissois’ y por las angulas al ajillo, así como por los asados».
Añade Aleixandre que «desde hace 500 años el hotel se llama Fontarrabie como la ciudad de la que provenían la mayoría de sus huéspedes. Por este motivo en nuestra ciudad existe también una calle llamada Fontarabie».
Este pequeño resumen del hotel Fontarabie aparece también explicado en el museo de Fontenay-le-Comte, que así recuerda el vínculo entre estas dos poblaciones, separadas por cerca de 500 kilómetros pero unidas por la historia.

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