KASINO ZAHARRA: LE KURSAAL DE FONTARRABIE, NIDO DE ESPIAS, JUEGO, HOSPITAL…


Tetxu
HARRESI- Asociación de Vecinos del Casco Histórico de Hondarribia

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Parte de la plantilla frente a Le Casino de Fontarabie en 1907

Sobre los restos del baluarte de San Felipe, Miguel Artazcoz (entonces gobernador civil de Gipuzkoa) edificó en 1872 el palacete actual denominándolo “Villa Artazcoz”. La construcción de la villa se llevó por delante lo que quedaba de la puerta exterior de Santa María y parte de la muralla del baluarte.

Dos años más tarde (1874), en plena Segunda Guerra Carlista, un empresario de Baden Baden, Émile Depressoir (o Du Pressoir), compró la villa , rehabilitó sus jardines y embelleció el palacete para instalar en él un casino de juego que inicialmente iba a llamarse “Kursaal de Fontarabie“, a juzgar por las acciones que emitió la compañía Du Pessoir et Cie en 1874. Finalmente se quedó como “Le Casino de Fontarabie”.

Decorado con todo lujo tenía, según la prensa de la época (1881 y 1882), “un jardín espacioso, con canastillos de flores esmeradamente cuidados, surtidores de aguas, un kiosko para conciertos, pajarera invernadero” y un excelente restaurant con “platos confeccionados en cocina francesa o inglesa á satisfaccion de todos los gustos”. Las actuaciones musicales eran diarias, y todos los jueves se desplazaba hasta aquí la famosa orquesta de Bayona. En opinión de los visitantes, “El Casino de Fuenterrabía es el punto de reunión de la high-lif cosmopolita” y “deja atrás á otros establecimientos análogos”.

No fue un pequeño casino de pueblo, sino un fabuloso negocio. En aquel momento el juego estaba prohibido en Francia, Italia y Alemania, y Depressoir fue a montar la ruleta a la puerta misma de Francia. Trenes llenos de aficionados al juego llegaban de todas partes a Hendaya, pasaban la ría en chalupa y desembarcaban en lo que hoy conocemos como el Muelle de Veteranos. Apuraban las horas en las salas de juego y volvían a tomar las chalupas que les llevaban de nuevo a Hendaya y al último tren.

Este casino tuvo una vida relativamente corta, pero muy intensa. Se perdieron fortunas en el juego, fue cerrado por actividades subversivas, lazareto-hospital en la última epidemia europea de cólera, nido de espías en la primera guerra mundial y centro de alguna que otra novedad tecnológica.

Parece el entorno ideal para una novela. Y Víctor Iván no lo desaprovechó. Escribió, en 1928, su novela “Costa de Plata” ambientada en este casino.

Después de sucesivas compras y ventas, el Ayuntamiento de Hondarribia lo adquirió en 1981 a la Diputación de Logroño, para dedicarlo después a Hogar del Jubilado con el nombre de Kasino Zaharra.

Fue el primer casino de Hondarribia, pero no el único. En el primer tercio del siglo XX, Hondarribia tuvo tres casinos: Le Casino de Fontarabie, el casino Mirentxu y el casino Miramar. Entre los tres consiguieron que la ciudad fuera un centro neurálgico para la “jet set”…o mejor dicho, la “high-lif” de la época.

Fuentes:
Aramburu, J y Sagarzazu, J. (2006) “Paseos por la ciudad. Hondarribia”. Ayuntamiento de Hondarribia
Sagarzazu, J. (2010), La puerta de Santa María, Boletín de Estudios del Bidasoa, Nº 26, 2010
El Urumea ( 1881 y 1882), diversos números
Las postales provienen del Archivo Histórico de Hondarribia